La broma ha terminado


Mas ve las orejas al lobo con la reforma exprés del TC del PP

Neus Munté, vicepresidenta d ela Generalidad catalana.

Neus Munté, vicepresidenta d ela Generalidad catalana.

Por Xavier Carrió / Con esta simple expresión de Xavier García Albiol en el momento de presentar el proyecto de ley sobre las competencias del Tribunal Constitucional, para dotarle de herramientas para sancionar a cualquier administración que incumpla las leyes, Albiol ha resumido en cuatro palabras lo que ha estado ocurriendo estos últimos años. Parece que al PP le han entrado las prisas para intentar enmendar lo que una broma pesada que hemos tenido que soportar los catalanes que no estamos por el rollo de la independencia, por la boca de Artur Mas y sus voceros. Bienvenida sea esta medida, aunque tengo la impresión de que llega tarde y de manera no muy aceptada por la oposición..
Así las cosas, la vicepresidenta de la Generalitat de Cataluña, Neus Munté, denunció que la propuesta del PP de reformar el TC para que pueda suspender a funcionarios y gobernantes que incumplan sus sentencias es electoralista y podría ser «inconstitucional». Según Munté, el PP reacciona al proceso soberanista con «represión, endurecimiento de multas y posible suspensión de funciones».

Más lejos fue el portavoz de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) en el Senado, Josep Lluís Cleries, al denunciar que la proposición de ley es «el mayor ataque a la democracia que se ha producido desde 1978». «Si nos quieren a todos delante de los tribunales iremos, pero defenderemos nuestra patria», avisó tras afirmar que el 27 de septiembre Cataluña celebrará «elecciones plebiscitarias».
Según los planes del Grupo Popular, la proposición de ley se tramitará en el Congreso por el procedimiento de urgencia (acortando todos los plazos) y en lectura única (sin pasar por ponencia ni comisión). Su toma en consideración se sitúa en el Pleno de los Presupuestos Generales, en la semana del 15 de octubre y su aprobación por el Congreso se espera para la semana siguiente a las elecciones catalanas (29 de septiembre). De ahí saldrá al Senado con tiempo para su aprobación definitiva antes de convocar las elecciones generales. 
Rajoy en vez de actuar de acuerdo con las leyes ya existentes (aplicar varios artículos de la constitución que prevén caso como estos) que lo facultan para tomar medidas ante las burlas constantes de Mas, ha estado evitando tomar medidas y derivando al Constitucional el cual dictaba sentencias que incumplía sistemáticamente porque resulta que tiene que ser este tribunal que no ha tenido competencias para hacer cumplir ni siquiera sancionar al rebelde. ¿Acaso el Gobierno no lo sabía? Porque ha estado mandando referéndums ilegales, abusos educativos y otras quimeras hacia un tribunal que hasta aún en este momento, es un vía muerta. A juzgar por las airadas reacciones de los nacionalistas parece que los populares han dado en el clavo con el golpe que han dado en la mesa del Constitucional. Parece que Artur Mas ahora ve las orejas al lobo con esta reforma exprés 
Estamos ante una iniciativa que, aunque aplicable a todas las administraciones, está pensada expresamente para un posible escenario de declaración unilateral de independencia en Cataluña. Y, a juzgar por sus airadas reacciones, parece que los separatistas le han visto las orejas al lobo. La broma ha terminado. Su órdago peligra y lo saben. Dice Albiol.

3 Respuestas a “La broma ha terminado

  1. El Tribunal Constitucional no es un órgano jurisdiccional por mucho que se llame «tribunal», por lo que sería más que difícil que pudiese imponer sanciones sin control jurisdiccional por parte de las salas de Tribunal Supremo. Vistas las «buenas» relaciones que hay entre el Tribunal Supremo (que ya condenó a los Magistrados del Constitucional a pagar una compensación al Sr.Mazón por mala praxis) y los Magistrados del Constitucional (que se autopusieron un recurso de amparo para autoperdonarse dicha sanción) parece algo imposible.
    Este es un país de esperpento continuo, dirigido por payasos y ladrones y en medio los jueces -sobornables siempre- y con ganas de reir gracias a cualquiera.
    La propuesta no es más que una burda campaña electoralista mediante el uso prepotente de la coacción y el miedo contra «Cataluña». Un teatrillo infumable e irreal que no tiene ningún recorrido y que abusa de la ingenuidad de la gente y de la propaganda de los medios. El PP presenta a «Cataluña» como la mala y ellos como los justicieros vengadores, defensores del Estado de Derecho, pero no deja de ser todo una farsa.
    Cómo nos toman el pelo con las televisiones públicas y privadas que pagan con el dinero de nuestros bolsillos.
    Para defender el Estado de Derecho de «España» y de «Cataluña» no hacen falta reformas legislativas sino que quienes cobran comisiones ilegalemente terminen en la cárcel (sea el 3% de CDC o el 28% de PPSOE).

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