En la Andalucía de campaña electoral las consignas del PSOE de la corrupción son ladridos que complacen a iguales meneando las colas.

Pedro Sánchez «El mentiroso», presidente del Gobierno sociocomunista. Jefe de los iguales meneando la cola.
Por Ignacio Fernández Candela / EL CORREO DE ESPAÑA / Sanchismo es la suma de las siniestras complicidades que gregariamente arruinan España; putas de los medios de comunicación comprados, inclusive. A no ser que se viva del cuento, de la sopaboba arribista de la siniestra, de los chanchullos de las furcias y las cocas o de las ayudas por no dar palo al agua con carné socialista, podemita o independentista. Esos paniaguados se compran la moral a precio de saldo, tal cual se vende el alma al Diablo. Son muchos los seguidores, futuros votantes sanchistas que se arrastran en la bajeza por comodidad. No importan las evidencias delictivas de las que son cómplices si les caen, como a perros sumisos, las migas que dan los amos. En la Andalucía de campaña electoral las consignas del PSOE de la corrupción son ladridos que complacen a iguales meneando las colas. Canes con olor a azufre, cancerberos que se enfurecen cuando temen que les quiten el hueso que roen con las corruptelas, prestos al aplauso y a la «alerta antifascista». Miserables como los sinvergüenzas que los lideran. Sigue leyendo
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