Precisamente él exigió a Mariano Rajoy un debate cuando el Psoe lo tenía todo perdido y estaba a la deriva.
Presuntos participantes en el debate de A3Media
El presidente del Gobierno no debe usurpar los debates a los españoles; máxime, si tenemos en cuenta que se desconoce su programa y que llegó a Moncloa como «okupa». Precisamente él exigió a Mariano Rajoy un debate cuando el Psoe lo tenía todo perdido.
Con su actitud demuestra cobardía, hipocresía, dejadez, desinterés por el país, desprecio a la ciudadanía. De todos los debates que puedan organizarse, el más importante es el que debe realizar con el jefe de la oposición. De todos es sabido que el tal Casado se puede «comer de un bocado» a Pedro ‘Plagio’ por su formación, facilidad de expresión y reflejos intelectuales.
«Nuestra propuesta es que los dos debates puedan hacerse» han dicho en Podemos. Y todos los candidatos coinciden en ello. Lo que también es cierto es que en España sobran las minorías independentistas, IU y PNV; no nos interesan esos pendamientos minoritarios. Esos partidos sobran y cuanto antes se actualice la ley electoral, mejor para la democracia y para todos.
Un buen anticipio de lo que puede suceder es lo acaecido en el debate de hace unos días, donde Álvarez de Toledo e Inés Arrimadas demostraron que están un par de peldaños por encima. ERC y PNV están vacíos y «no intresa su perspectiva de España», como se viene reiterando en las redes sociales. Las Montero están para atar; a una le faltan dos sandías debajo del brazo y a la otra le caracteriza un vacío verborreico, sin más. Estamos por conocer a VOX y, precisamente, ahí es donde la ciudadanía quiere conocer.
Análisis en clave liberal 
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