¡El diputado, Tomás Burgos, sigue en entredicho!

«Su gestión ha hecho que las pensiones corran peligro a partir de febrero, salvo que su partido  lleve a cabo una inyección económica en cuantía superior a los 42.000M de euros»

Tomás Burgos, secretario de Estado de Seguridad Social

Por Jesús Salamanca Alonso / El Partido Popular ha perdido decenas de diputados en el Congreso de Diputados y a toda esa gente hay que buscarla un acomodo, una colocación y un sueldo porque no tienen trabajo, ni oficio ni profesión remunerada. Es lo que sucede cuando se hace profesión de la política.

Por ejemplo: Tomás Burgos es considerado por los suyos como un parásito de los muchos que existen en el PP: lleva viviendo de la política desde tiempo inmemorial; él mismo reconoció en una ocasión que había llegado a la política para hacer dinero (precisamente por decir esa barbaridad se llevó todos los palos habidos y por haber en los medios de comunicación). Este señor no ha sido capaz de sujetar la Caja de la Seguridad Social.

Su gestión ha hecho que las pensiones corran peligro a partir de febrero, salvo que su partido  lleve a cabo una inyección económica en cuantía superior a los 42.000M de euros. Cualquier componenda por debajo de esa cantidad es puro engaño, manifiesta mediocridad y segura corrupción.

Una de las cuestión que más han dolido en Valladolid, en los últimos tiempos, es que en la candidatura del PP por la provincia iba a ser Isabel García Tejerina, actual ministra de agricultura, la persona que iba a encabezar la misma, pero un antojo de Mariano Rajoy hizo que apareciera Tomás Burgos para encabezarla, saltándose el comité provincial y a todo el mundo. Así, «manu militari», vuelve Tomás Burgos al Congreso de los Diputados. Rajoy quería a Isabel García en su equipo y mucho me temo que Isabel va a ser apartada, dados los resultados recortados que ha obtenido el Partido Popular. Generalmente a la gente limpia no se la quiere cerca. Y eso es lo que le va a pasar a Rajoy con García Tejerina.

Tranquilos con Isabel porque Juan Vicente Herrera está al acecho. Es como en aquella boda donde el sacerdote dice al novio que si quiere a fulanita de tal por esposa y, entre el público invitado, una persona dice aquello de: «¡Y si no la quiere, pues para mí!». Pues, eso mismo. La diferencia es que Isabel García Tejerina tiene una valía excepcional. Posiblemente, entre las consejeras, directoras generales y demás altísimos cargos y cargas, la única que se puede comparar con ella en valía y en capacidad de gestión es, como siempre, Rosa Valdeón Santiago.