¿Hemos permitido que la degeneración llegue al Gobierno?

«Quiere volver sola y borracha a casa y sus amigos se lo permiten; eso quiere decir que no la tienen aprecio ni estima y sí ansias de perderla de vista».

«Sola y borracha quiere llegar a casa». Un lema ministerial que es fiel reflejo de la degeneración que ha aterrizado en la política con la llegada de mundo perroflauta.

Por Jesús Salamanca / Ser «feminista amazónica de la escuela de Camille Paglia, es el feminismo que reivindico, y cada uno pude ser de lo que quiera» (CAdT). Sinceramente no se puede ser más clara y quien venga detrás que arree. Ya son muchos años los que llevo interesado en el estudio de esa escuela y debo confesar que está muy por encima de lo que aquí conocemos como «feminismo» o «negocio» para grupos procomunistas que reciben dinero público a paladas para nada, si no es para grabar pancartas, organizar batucadas y divulgar cuestiones de las que puede prescindir nuestra sociedad.

La escuela de Paglia celebra con frecuencia los logros de la mujer, que son muchos. Pero los celebra desde la igualdad, el trabajo y las perspectivas de futuro, olvidándose de eso que llaman «cuota», «mujeres cuota» o «floreros irrelevantes» al más puro estilo de la actual ministra de Igual Da. El feminismo de Paglia no lo entienden –y muchas pseudofeministas, ni lo conocen– y está muy alejado del cutre concepto de feminismo que aquí se divulga.

Cuando empiece a marchar el feminismo español, el de la escuela de Paglia ya estará de vuelta. Recuerden que el feminismo español es el brazo armado del comunismo ultra de Podemos y del PSOE, como ETA lo era de la antigua Batasuna. El PSOE siempre despreció el feminismo y debería callarse para no hacer más ridículo como el que hizo la vice, Carmen Calvo.

Aquí, en España, siguen fieles a un feminismo chapuza o feminismo negocio. Miles de mujeres que se dicen comunistas viven de la mamandurria pública y utilizan el dinero de las subvenciones en no se sabe qué, además de pintar pancartas, organizar batucadas, bailes….Todo menos trabajar. Esas que se refugian en asociaciones y federaciones para recibir dinero deberían buscar trabajo o prepararse oposiciones porque con el socialismo caben todas esas en la Administración, unas veces a dedo y otras también.

Y cuando sale a la palestra gente sensata y con una demostrada preparación, todas ellas se salen de sus casillas porque ven peligrar su «papeo»; es decir, aquello por lo que nunca han luchado. La primera, la actual «menestra» de Igual Da cuyo mérito máxime ha sido acercarse al «machito de la alfalfa». Eso sí, su deficiente formación la ha jugado malas pasadas: quiere volver sola y borracha a casa y sus amigos se lo permiten; eso quiere decir que no la tienen aprecio ni estima y sí ansias de perderla de vista.