La Seguridad Social española se ha gastado mucho dinero con Echenique, pero, en la primera oportunidad que ha tenido, ha incurrido en fraude de ley. Incluso ha hecho honor a su segundo apellido: «Robba».
Pablo Echenique Robba en estado puro y duro.
Por Jesús Salamanca Alonso / ¡Cría cuervos y te sacarán los ojos! Eso mismo habrá pensado la Seguridad Social al comprobar que Pablo Echenique Robba, secretario de organización de ‘Podemos‘, ha estado defraudando al citado organismo durante largo tiempo. Con lo que no contaba es con las hemerotecas. No hace mucho, en una de sus intervenciones ante sus fieles, decía que «Es una vergüenza que se tenga a gente trabajando sin Seguridad Social». Le ha faltado tiempo para hacer realidad su segundo apellido.
No hay duda de que se coge antes al mentiroso que al ladrón, aunque en este caso han caído a la vez el mentiroso y el ladrón. Lo primero por presumir de honrado ante el ‘ejército’ de seguidores, diciendo que no había derecho a que se incurriera en esa práctica, porque avergonzaba a quien lo realizaba. Y lo segundo, porque quien roba es un ladrón; al menos así lo define la RAE: «Quitar a una persona algo que le pertenece con ánimo de lucro (…)» En este caso es quitar a una institución algo que por ley se debe pagar.
Durante los meses en que ‘Podemos’ lleva en política se ha pretendido hacer llegar a la ciudadanía que venían a regenerar esa, pero a la primera oportunidad que han tenido demuestran que es mejor que sigan alejados del erario público. ¿Por qué? Pues porque quien roba en el plano personal, es irrefutable que lo hará en el institucional. La proximidad de la caja siempre es peligrosa para este tipo de gente: son capaces de perder la vergüenza al más mínimo descuido. ¿Se imaginan a Monedero como ministro de Hacienda? ¿Y a Echenique como máxime responsable de la Seguridad Social? ¿Y a Pablo Iglesias de ministro de Interior?
Ya no hay duda de que todos estos seguidores del «Chavez español» –el mismo machista que amenaza a Mariló Montero con azotarla hasta que sangre — son locos de atar. Sí, como lo leen. Forma parte de una conversación de Telegram; en la misma, el ‘Chavez español’ (Pablo Iglesias) se refiere a Mariló Montero diciendo que él “La azotaría hasta que sangrase…» A Iglesias le ha traicionado el subconsciente y ha mostrado su cara real; es decir, la de «Un marxista algo perverso convertido en un psicópata”. Era un chat de Telegram con el cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero. Como no podía ser de otra forma, la periodista lo ha denunciado: no es que estemos ante una actitud machista sino ante una amenaza al más puro estilo del ‘gorila rojo’ venezolano. Es el populismo por el populismo; la sinrazón por la sinrazón y el odio por el odio. Nunca nadie mejor que Iglesias en su autodefinición: «Un marxista algo perverso convertido en psicópata».
Ni Echenique está legitimado para dar lecciones de moral ni Iglesias para hacer política. Tanto uno como otro estarían mejor ejerciendo en sus respectivas disciplinas laborales. Antes o después van a salir a la luz vergonzosos acontecimiento que sonrojarán a ambos y llevarán a que desaparezcan del escenario público. Unas terceras elecciones serían la tumba de ‘Podemos‘, porque basar la política en la mentira, el odio y el desprecio a lo propio es propio de terroristas indisciplinados. A uno le viene de raza y, el otro, lo ha mamado no se sabe dónde, hasta el punto de echar la culpa al «sistema» y justificar su latrocinio e injusticia tras la cara del ‘Robocop’ que parece acompañarle.
Decir simplemente que se equivocó y no asumir responsabilidades políticas, le inhabilita para echar nada a la cara de nadie. Simplemente hay que comprobar que «cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto». Hoy, gente como Echenique, Errejón y Monedero –prototipos de la tremenda corrupción que ya existe en ‘Podemos’– son equiparados por la ciudadanía a Bárcenas y a los protagonistas del caso Gürtel; en todos los casos hay dinero público por medio.
Hoy no es el momento de hablar de otros casos llamativos de ‘Podemos’. Pero si antes decíamos que sería mejor que se dedicaran a sus respectivas disciplinas, no menos podían hacerlo la concejal ‘asaltacapillas’ (bautizada así ya «per saecula saeculorum»); el tal Zapata, el presidiario, Bódalo; ‘El Kichi’, el ‘mareador de perdices’ y alcalde de Santiago de Compostela,…
Ya solo queda, cuando se publique este artículo, el ataque indiscriminado de «trolls» y «bots», aunque cada vez son menos los que sacan la cara por los podemitas. Sí lo han hecho en defensa de Echenique, Monedero e Iglesias, pero han perdido todo el crédito.
Análisis en clave liberal 
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