Completado el segundo escalón de altos cargos

Fernando Rey Martínez debe seguir reflexionando. Con la LOMCE, y sus contradicciones le puede caer la del pulpo

Segundo escalón de altos cargos de la Junta de Castilla y León: secretarios generales y gerentes.

Por Jesús Salamanca Alonso / El segundo escalafón de altos cargos de la Junta de Castilla y León ya está nombrado: secretarios generales y gerentes. Estos cargos son sobre los que se apoyarán los consejeros en su diaria gestión. No ha habido grandes sorpresas; muchos de esos nombramientos los suponíamos en los medios, otros los dábamos por seguros y uno nos ha sorprendido considerablemente: el de Juan Casado, como secretario general de educación; no por él –aunque también—sino por el temor a que vuelva a contar con el equipo de años pasados de la Consejería de Educación, lo cual volvería a desesperar al profesorado y a los trabajadores de la administración educativa.

Hasta la propia Rosa Valdeón ha reconocido que la continuidad es un hecho. Según ella “la continuidad en un puesto como el secretario general de una consejería es una garantía para la administración. El Gobierno es del mismo partido y es natural cierta continuidad”. No vamos a entrar en valoraciones, pero no lleva toda la razón. Lo que sí es cierto es la necesidad de conjugar la experiencia con la renovación.

Sabemos que va a haber muchos cambios entre los directores generales. Algunos consejeros casi tienen completo su equipo y los darán a conocer en el próximo Consejo de Gobierno. Eso sí, no nos gustan los que quiere mantener Fernando Rey, porque es un atentado al sentido común y un desprecio al profesorado. No nos gustan algunos nombramientos de Milagros Marcos, nos sorprenden dos directores generales de la Consejería de Cultura y Turismo; Josefa García Cirac debe reflexionar en el rincón de pensar porque se puede llevar un buen susto. Incluso Pilar del Olmo no nos sorprende; es más, creemos que pueden dar juego y servirla como pared-control para que no lleguen algunos ‘sopapos’ inesperados.

Quienes más nos sorprenden son Rosa Valdeón y José Antonio de Santiago-Juárez. Pero nos sorprenden porque no conocemos ninguno de sus nombramientos. Ambos lo llevan con un cuidado fuera de lo común. Un dato: hay un consejero que también debe reflexionar y es Juan Carlos Suárez-Quiñones: debe de pensar que está en las fiestas del pueblo, pero allá él.

Insisto: Fernando Rey Martínez, consejero de Educación, debe seguir reflexionando. Con la LOMCE, y sus contradicciones como persona, le puede caer la del pulpo. Además, entre su gente se alegran cuando le dan cera al consejero de educación, se despelotan y lo celebran en el bar (al menos, con el anterior así sucedía).

El miércoles por la noche os adelantaremos el nombre del 85% de los directores generales de las consejerías de la Junta de Castilla y León e incluso el nombre de los delegados territoriales de la Junta. Hoy podría hacerlo, al menos con el 50% de ellos (algunos ya se han dado a conocer, sin pudor de ningún tipo y a pesar de que Juan Vicente ha pedido prudencia a los secretarios generales), pero hay que ser prudente y no traicionar a las fuentes, porque si se hace eso, se secan.