Por Jesús Salamanca Alonso / ¿Se acuerdan ustedes del robo de Caja España y Caja Duero a sus clientes? ¿Se acuerdan de las preferentes y de las subordinadas, cuyo importe robaron esas entidades bancarias a sus clientes? Pues bien, ahí arriba tienen ustedes los nombres y apellidos de cuantos cobraron dietas –en algunos casos de miles y miles de euros– por calentar el asientos y ‘besar las posaderas’ a lo que hoy es el Banco Ceiss. En muchos casos no tenían ni la más remota idea de lo que votaban ni para qué servía lo que hacían. Eso no les exime de responsabilidad y sí dice mucho de su irresponsabilidad financiera y ciudadana
En la lista hay políticos socialistas, peperos, comunistas, concejales de todos los colores, alcaldes aprovechados, profesores universitarios, presidentes de diputaciones, portavoz del Gobierno de Herrera Campo y muchas otras personas que se lo han llevado crudo. Muchas de estas personas aprobaron, desde el primer momento, los planes y propuestas de UNICAJA que, dicho sea de paso, eran malos y egoístas de solemnidad. El caso era quitarse de encima el mochuelo.
De todos cuantos ahí aparecen –algunos llevan meses escondidos– destaca uno (éste apoyó todo lo que proponía UNICAJA, por miedo, desconocimiento e irresponsabilidad) que aún es procurador del PSOE en las Cortes de Castilla y León y que se ha convertido en profesional de la política castellano-leonesa.
Hace unos meses enviamos esta lista al PSOE de Castilla y León y al PP para que no presenten en las próximas listas electorales a ninguno de estos sinvergüenzas venidos a menos, pero que se han llenado los bolsillos a costa del ahorrador y del inversor de Castilla y de León. De ahí que hagamos la siguiente propuesta en firme:
«Ningún castellano y leonés debe votar a las formaciones políticas que presenten a alguien de cuantos forman la lista de arriba. Será una forma de empezar a borrar la corrupción de nuestra comunidad autónoma».
La política es un tema
de ignorantes y de “sabios”;
unos mienten con sus labios
otros creen en su lema .
Luego viene aquel problema
de los miembros sin empleo
y se pone el lío feo
cuando nace la sorpresa
que sepulta la promesa
a pesar del remeneo.
Aunque voten empleados
y se cambien las botellas,
siempre existen las querellas
de votantes olvidados
que se sienten defraudados
y se cambian de partido;
en su vano cometido
de creer en esa gente,
otros juegan con su mente
por el voto y luego olvido.
Hay un túnel sin salida
en el hambre de los pobres
que reciben unos sobres
y las fundas de comida,
para ver si alguien olvida
por su estómago vacío
y la bulla del gentío
que no piensa en el mañana,
al tirar por la ventana
dignidad con desvarío.
Se repite el mismo cuento
en los tiempos de elecciones,
nadie aprende las lecciones
que se fueron con el viento
y renace el descontento
de personas ignorantes
que utilizan los farsantes
para ser los funcionarios
que se vuelven millonarios
olvidando a los votantes.
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