Pablo Iglesias y su «libertad de prensa»


"Pablemos", imagen de la ultraizquierda radical de lo que llaman "PODEMOS"

«Pablemos», imagen de la ultraizquierda radical de lo que llaman «PODEMOS»

Por Xavier Carrió Jamilá / La presentación del libro «Conversaciones con Pablo Iglesias» ha dado lugar a conocer el criterio sobre  los medios del líder emergente de Podemos, una figura creada desde el oligopolio televisivo español que le ha llevado a alcanzar el éxito en las últimas elecciones europeas que ahora parece que no le interesa.

Después de arremeter contra la casta o contra las grandes fortunas, el líder de Podemos se enfrenta ahora a los periodistas haciéndoles una enmienda a la totalidad.Cuando llegó a hablar del control de los medios, Pablo Iglesias cree que es excesiva la concentración de televisiones en unas mismas manos. «¿Le parece razonable que garantice la libertad de expresión que el 80 % de lo que ven los españoles pertenezcan a dos imperios?», en alusión a Mediaset y Atresmedia, propietarias de Cuatro y LaSexta, las mismas cadenas que le auparon a la fama desde sus tertulias. «Nosotros no estamos en contra de la iniciativa privada pero sí estamos en contra de ese modelo de burocracias que implica que en última instancia hay monopolios y oligopolios que lo controlan todo», aseguraba antes de puntualizar que los «monopolios no son compatibles con la democracia».

En el libro «Conversaciones con Pablo Iglesias», se muestra partidario de legislar sobre los medios de comunicación, «tienen que tener medios mecanismos de control público» dice en él, donde alaba la «Ley Mordaza» de Rafael Correa en Ecuador. Preguntado por esa frase, el líder de Podemos matizaba: «cualquiera que entienda control público como control del Gobierno o del Estado no le puede gustar a nadie». Luego corregía y aseguraba que no está muy «informado» sobre «legislaciones de medios». Por ello invitaba a los periodistas a participar en una asamblea : «la ley tiene que hacerse con la opinión de los trabajadores de los medios. Hay que ponderar la figura del reportero», matiza.
 
«Estoy harto de encontrarme periodistas de El País, de El Mundo, de La Sexta, de Cuatro que me dicen, muchas veces, (…) pero me marcan la línea editorial y qué le voy a hacer», concluía para luego decir que tiene que haber periódicos y radios de todas las ideologías. «Si los obispos pueden tener radios y televisiones por qué no otros colectivos», se preguntaba. Lo decía él mismo al empezar el acto, es todo un provocador.
 
Al líder de Podemos, Pablo Iglesias, no le gusta ni un pelo que los medios de comunicación le saquen a relucir el tema de Venezuela. Ni sus labores de asesor al régimen chavista, ni las suculentas subvenciones que recibieron en su día los miembros más importantes del partido revelación de las europeas.
 
Tan indignado está, que insiste en que si siguen con su «estrategia» contra Podemos de «mantener el mantra sobre Venezuela, perroflauta o la Complutense como nido de antisistemas», la formación que lidera pasará por encima del resto de partidos políticos.
 
Y es que a Iglesias no le gusta que le comparen con un régimen, el venezolano, que entre otras cosas vulnera derechos fundamentales como el de la libertad de información o la libertad de expresión. De hecho, el acoso que sufren los medios de comunicación (los que no son públicos, claro) en el país no es ninguna novedad.
 
Y sin embargo, Pablo Iglesias acaba de confirmar las peores sospechas de sus detractores al tocar el tema tabú y asegurar que es partidario de establecer mecanismos de control público para regular a los medios de comunicación o por lo menos «una parte» y garantizar así «la libertad de prensa, sin condicionantes de las empresas privadas o la voluntad de los partidos políticos».
 
Así se desprende del libro Conversación con Pablo Iglesias, en el que el periodista Jacobo Rivero plasma una conversación con el líder de Podemos tras las elecciones europeas del 25 de mayo. 
 
«¿Por qué no va a existir una regulación que garantice la libertad de prensa en el mejor sentido del término, sin condicionantes de empresas privadas o de la voluntad de partidos políticos? La sociedad civil tiene que verse reflejada con independencia y veracidad en los medios de comunicación?», asegura en el texto.
 
Según Iglesias, dicha regulación no significa que todos los medios deban estar bajo el control del Gobierno, sino que se garantice mediante la regulación del sector de la comunicación la independencia y la veracidad de los medios.
 
«¿Eso quiere decir que todos los medios tengan que estar bajo el control del Gobierno? Claro que no, eso quiere decir que los medios de comunicación, por lo menos una parte, tienen que tener mecanismos de control público. Y lo público no tiene que ser necesariamente institucional, en el sentido de ser corriente de transmisión de las estructuras que gestionan la administración», argumenta.
 
En este sentido, al ser preguntado sobre la Ley Orgánica de Comunicación de Ecuador aprobada por el gobierno de Rafael Correa (tachada desde algunos sectores de «ley mordaza») y sobre si él sería partidario de una regulación de la comunicación desde el poder público, Iglesias es contundente: «Absolutamente. Si el derecho a la información es un derecho democrático, la concentración de la propiedad es incompatible con ese derecho», sentencia.
 
Asimismo, defiende que «la gestión de la información no puede depender únicamente de hombres de negocios y de su voluntad por permitir la libertad de expresión».
 
A su juicio, «no puede ser que algo tan importante, y de interés público, imprescindible para la democracia, como son los medios de comunicación, esté solo en manos de multimillonarios» y que haya una «voluntad política» de desprestigiar la información pública.
 
A este respecto, asegura que es un «mito» que los medios de comunicación privados ofrezcan productos de mayor calidad o de más éxito, y señala que «el problema de la privatización de los medios es que la lógica de funcionamiento es el beneficio, no el interés social ni la calidad ni la utilidad social».
 
«Soy provocador precisamente por eso, para que usted me pregunte por qué soy tan provocador. A veces provocar es una manera de despertar, que se pueda discutir de las cosas realmente importantes», decía Pablo Iglesias después de levantar las iras de algunos periodistas al criticar sus formas de trabajar.
 
Solo hay que echar un vistazo tal como está la prensa independiente en países como Ecuador o Venezuela donde ha sido clausurada o expropiada por las leyes dictadas por sus respectivos líderes, uno puede hacerse una idea mucho más clara de lo que pretende este líder comunista por «Libertad de Prensa»  Este modelo ya lo conocimos en España durante la dictadura del general Franco.
 

Una respuesta a “Pablo Iglesias y su «libertad de prensa»

  1. AMIGA PRENSA AUDIOVISUAL: «Criad cuervos y os sacarán los ojos» o » Dad paja a los borricos y recibiréis …coces».

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