¡Sindicatos de clase, vagos e irresponsables!


¿Cómo acabar con estos sindicatos vergonzosos y fraudulentos?

sindicatos1

¡La ciudadanía debe convocar, sin más dilación,  una manifestación contra los sindicatos de clase!

Hace tiempo que avergüenzan a la clase trabajadora. No dan un palo al agua; se han convertido en empresas públicas, a favor del Gobierno; son sindicatos del Gobierno; alientan la vagancia, sencillamente porque la pareja de arriba no ha dado capotazo en su puñetera vida; instan al trabajador contra el empresario, cuando ellos son grandes culpables de la crisis y del paro…¡Y lo saben!

La última filtración de datos de la Seguridad Social decía el pasado  viernes que el número de parados, a fecha 27 de marzo, era de cerca de ciento sesenta mil parados más. ¿Se atreverá a maquillar esa cifra el ruin Gobierno de Rodríguez?

Los presupuestos generales del Estado no pueden alentar vagos, mantener a inconsecuentes, apoyar banderías de clase o estar dando tantísimo dinero a esta gente que ha dejado de representar a la clase trabajadora. «¡Es que no quiero que me representen estos vagos!», se oye decir con frecuencia a los trabajadores.

Ellos tienen mucha culpa de la crisis. Demuestran una incompetencia inusual. Ya va siendo hora de que se abra la Constitución y, a ser posible, que desaparezcan los sindicatos de clase. Se quedan con gran parte de los fondos del FOGASA (como pago por la gestión, cuando deben hacerla gratuita, ya que cobran del Estado y son mantenidos por éste); no defienden a los trabajadores; chupan de los derechos del ‘currito’ y se instalan en oficinas, cual empresarios consolidados.

Ya no nos extrañamos cuando oímos decir a los empresarios que no quieren afiliados a esos sindicatos de clase que solo aspiran a liberarse y a vivir como funcionarios de la Junta de Andalucía o como altos cargos de un Gobierno socialista.

Los sindicatos deben pagar a los liberados sindicales de sus ingresos. No deben recibir ingresos del Estado y menos de los presupuestos generales. Han de mantenerse, si pueden, con las cuotas de sus afiliados y los servicios que puedan proporcionar. No deben mantener una estructura empresarial de miles y miles de liberados que no se levantan antes de las 11:00 a.m., y cuyo principal cometido es entorpecer el trabajo en las comunidades autónomas y en el Estado. Y si no lo creen…. ¡pregunten a Esperancita Aguirre!

Por si lo dicho no es suficiente, son cobardes y vendidos a las prebendas del Estado. Son simples sindicatos del Gobierno. Han tenido que ser los sindicatos extranjeros quienes vengan a hacerles el trabajo, porque se sienten incapaces de convocar una huelga general, sabedores de que las gente seria no solo no les sigue, sino que les dedica todo su rechazo.

Los sindicatos de clase se saben culpables de la crisis, pero eso no les impiden ponerse ‘mirando a Cuenca’. No les importa que les ‘den por el culo’, con tal de seguir chupando de la canoa pública. Tampoco les gusta que les molesten los trabajadores con planteamientos de huelga o peticiones que suponen compromiso.

Solo se atreven a dirigirse a la sede de los empresarios y  culparles de los ERES existentes, como si los empresarios fueran los culpables de algo. Gracias a los empresarios españoles, los sindicatos de clase pueden seguir poniendo el cazo (ver subvenciones millonarias que recibe  UGT. Ver subvenciones millonarias que recibe CC.OO.), para vergüenza del Estado y de la clase trabajadora. No solo representan la vergüenza del mundo laboral, sino que son unos auténticos parásitos y aprovechados.

¡Hay que acabar con esa gente que sigue recibiendo dinero del patrimonio sindical! ¿A qué patrimonio se refieren, si ya se lo han comido hace décadas?  ¡Malditos mentirosos!

No hay duda que España es el país que más trabajadores parados  y parásitos sindicales aporta a la Unión Europea. Hasta el Parlamento de Bruselas se ha hartado y en los próximos días pedirá la modernización del sindicalismo español. En la actualidad los sindicatos de clase en España representan una afiliación bajísima. Los trabajadores responsables se han dado cuenta de que estaban manteniendo a vagos e irresponsables.

Cuanto antes se forme un frente antisindical en España, antes podremos acabar con esta rémora de falsos representantes y aturdidos espectadores de la realidad económica. Cada vez están más alejados de la sociedad española y más aislados del mundo laboral.  Decía Pavel Kohout que «la batalla por los derechos burgueses es la batalla más efectiva por la paz».

¿Serán capaces los empresarios españoles de montar una huelga general o una manifestación contra los sindicatos de clases? Empieza a ser tarde y no podemos perder más tiempo. Hay que empezar a controlar las sedes de los sindicatos de clase y frenar los desmanes de sus liberados. Tiempo al tiempo, pero en breve y sin esperar más.

Una respuesta a “¡Sindicatos de clase, vagos e irresponsables!

  1. Excelente post, ya hablaremos por mail de el.
    Saludos

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.