No vamos a hablar sobre las mentiras que acompañan a Rajoy a diario. Él se lo achacaba a su predecesor -Rodríguez Zapatero– como si fuera normal. El caso es que el presente y el pasado de la crisis están disfrutando de sus vacaciones mientras el país permanece preso de la prima de riesgo, la deuda, la desconfianza mundial y del ibex35.
Rajoy en Sanxenxo y Zapatero en Canarias se tiran a la bartola del sol caliente y disfrutan de los lujos del poder y el poderío económico, mientras los españolitos luchan por poder acabar el mes. Vuelven a salir las dos Españas. En fin, ya saben aquello de «a Dios rogando y con el mazo dando».
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