¿Acaso no recuerdan a la tal PAM, secretaria de Estado del «Ministerio de Violaciones», o la soberbia de la «ministra de violadores» para defender lo indefendible?.
Esa ley contra la protección de las mujeres no deja de ser el prototipo del despropósito gubernamental. Más de treinta violadores están en la calle, incluso esa ley chapuza ha rebajado la pena a un violador que estaba en búsqueda y captura desde hace dos años. Añadamos a ese despropósito el hecho de que otro violador amenazó a su víctima con matarla tan pronto como diera con ella. Eso parece que lo denominan «logros» las mamertas de Unidas Podemos: ¿Acaso no recuerdan a la tal PAM, secretaria de Estado del «Ministerio de Violaciones», o la soberbia de la «ministra de violadores» para defender lo indefendible?.
No duden en leer un extraordinario artículo de Ignacio Fernández Candela, publicado en varios medios, y cuyo título es «Se lio la gorda». Y no es que haga referencia a la mastodóntica y voluminosa corpulencia de la tal PAM (la misma que llamó «puta coja» a la compañera de partido que le hacía competencia en Galicia), sino que la lio con la opinión miserable que difundió, no sin carga de mofa y desprecio, por lo que dijo, cuánto dijo y cómo lo expuso. A una ignorancia así, solo llegan su jefa directa, Irene Montero.
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