«Hace unos días viajó en el séquito gubernativo para estar presente en la toma de posesión del corrompido Lula Da Silva y volvió a hacer el ridículo porque ser ministra le cae muy grande»

La ministra comunista, Yolanda Díaz, con el corrupto dictador brasileiro, Lula da Silva.
Por Jesús Salamanca Alonso / Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Eso es lo que lleva tiempo pasándole a Yolanda Díaz, la «Varufakis» comunista de España o «gallina bolchevique» como es conocida dentro de Unidas Podemos. Ella y sus erróneos datos nos están haciendo pasar ratos de mofa, vergüenza y no menos risa. «Saben que soy muy aficionada a analizar datos y reflexionar sobre ellos», dice ufana, pero cuando un periodista le tiende trampas acaba cayendo en ella como una novata y deja al aire todas sus vergüenzas, que son muchas y desproporcionadas. Ya lo demostró en su día al no saber qué era eso de un ERTE que la ministra de Trabajo del PP había incluido en el Estatuto de los Trabajadores.
Yolanda Díaz. Toda una representante de la incompetencia alarmante que sería incapaz de dirigir una comunidad de vecinos. No por casualidad también es conocida jocosamente como «fashionaria».
La ministra mamerta y vicepresidenta segunda del Gobierno socialcomunista no es capaz de dar los datos sobre los fijos discontinuos que hay en España. No los tiene Hacienda, carece de ellos el Instituto Nacional de Estadística y tampoco los tiene el Ministerio de Empleo. ¿Qué cachondeo de Gobierno es éste, que perdió 30.000 personas en la contabilidad de fallecidos por la covid-19 y acaba de perder millón y medio de fijos discontinuos? No creo que al Gobierno le interese conocer esos datos; al fin y a la postre son millón y medio de parados más que no contabilizan en las listas del paro y que ellos han creado, pero que no cobran cuando no están operativos. Es una de las trampas de contabilidad de las muchas que oculta el Gobierno del mentiroso, felón y trapacero, Pedro Sánchez, alias «doctor cum fraude».
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