
Irene Montero, actual ministra investigada por corrupción de menores.
En un país civilizado y democrático no se pueden consentir aberraciones de ese calibre. Esta muchacha, por desgracia todavía ministra de Igual Da, ha acabado por destaparse y arruinar su propia imagen; una imagen que ya estaba en entredicho tras lo de volver a casa «sola y borracha». Me parece ético que los servicios jurídicos de diversos partidos tomen cartas en el asunto antes de que la avanzada actitud de degeneración llegue a delito irreversible.
¡Miedo me da si alguna vez esta muchacha, ministra para desgracia social y por gracia de un presidente indecente e imprudente, tiene que educar a menores! Con ese pensamiento, en otra época las Juntas de Protección de Menores o los Tribunales Tutelares le hubieran retirado la patria potestad, doy fe. Con esas ideas es imposible que sepa construir educación, sensatez, democracia, sentido común, valores y ética. No tardaremos en conocer la opinión del Defensor del Menor.
Debe estar conectado para enviar un comentario.