Por Javier Navascués / EL CORREO DE ESPAÑA / Tras huir vergonzosamente en el maletero de un coche y estar varios años en fuga, comiendo mejillones en Waterloo y burlándose del Estado de derecho, por fin Puigdemont ha sido detenido felizmente esta noche en Cerdeña por las autoridades italianas, concretamente policías de paisano, a los que no les ha temblado el pulso para realizar esta acción que celebran los partidos de la oposición y millones de españoles.
El expresidente del gobierno catalán estaba prófugo de la Justicia española desde el otoño de 2017. Es incomprensible que se haya tardado prácticamente 4 años en producirse esta acción, lo que habla bien a las claras de lo fácilmente que se puede burlar la Justicia, debido a los grandes vacíos legales que hay en casos como éste. Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.