Los hombres de negro no van a pasar ni una a Pedro Sánchez, catalogado como el fraude en persona y abanderado de la mentira.
Por Jesús Salamanca Alonso / Me gusta que Alberto Garzón sea el titular del Ministerio de Consumo. Nunca el consumo había quedado tan ridiculizado como con él al frente. No es ningún secreto decir que su fama le ha llegado por sus torpezas y sus meteduras de pata, nunca por sus propuestas y soluciones. Con ministros así no tendrá tregua el ridículo que salpica a Sánchez a diario. No recuerdo que la extrema izquierda cayera tan baja ni acumulara tanto desprecio como con Garzón, Belarra, Iglesias y Montero al frente de inservibles y regalados ministerios; todas las presuntas funciones de esos pueden gestionarse perfectamente desde una Dirección General, incluso desde un Servicio.
El Ministerio de Consumo –el del chuletón– ha calculado un ahorro de entre 1.500 y 3.200 euros estableciendo topes máximos a las hidroeléctricas. Proponen fijar el precio, mediante decreto-ley, para la energía nuclear. Uno no sabe si mofarse de semejante barbaridad o ignorar las bufonadas, que es lo que hace Sánchez para no enfrentar a la tropa. El presidente es consciente de que va a tener que dar la cara con las eléctricas. Teresa Ribera no puede con su expresiva cara de susto y sabe que tan pronto como se reúna con Iberdrola, Naturgy y Endesa va a tener que dar muchas explicaciones para tapar su continuada ineficacia y servilismo. Sigue leyendo
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