La exministra, Isabel Celaá, demostró no saber improvisar ni por qué el diputado, Juanjo Matarí, hacía un planteamiento tan riguroso y profundo.

Cambios también en Educación: sale Isabel Celaá y entra Pilar Alegría. La nueva titular del ministerio es la actual delegada del Gobierno en Aragón. La alianza de PP, Cs y Vox la dejó sin la alcaldía de Zaragoza.
Por Jesús Salamanca Alonso / La exministra de Educación y FP, Isabel Celaá, hizo más el ridículo que un cerdito en una veleta. Recuerdo un caso concreto ante un diputado del PP con sobrado conocimiento de la educación especial. Ya es triste haber tenido como ministra del ramo a una desconocedora de la educación, irresponsable en el trato y chulesca en la dialéctica.
En su respuesta al diputado, Juan José Matarí, demostró que como ministra no sabe si hiere, mata o espanta. No hace mucho tiempo –con motivo del debate sobre lo que hoy es la vilipendiada LOMLOE— esta señora me demostró que desconocía en profundidad lo que era la educación especial y todo lo concerniente a la equidad. Por eso, como persona tiene mis respetos, aunque cada vez menos, pero como ministra de educación, mis respetos hacia ella se diluyeron tras su segundo discurso deshilvanado y deshilachado. Sigue leyendo
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