El coste de avasallar a Joe Biden

Pedro Sánchez es dueño de las llaves para destrozar España, como ya lo está haciendo con sus políticas de izquierdas y sus bendiciones a la ultraizquierda cavernaria. Tomado de «Cosas de una bailarina»

Por Jesús Salamanca Alonso / Tristemente, el ‘Doctor’ Sánchez ya ha conseguido que España sea el culo del mundo en diplomacia, imagen y peso político. En la política actual, Joe Biden se fía más de Marruecos que de la diplomacia española, basada en la mentira, la ignorancia, la chulería y el engaño permanente. Rodríguez Zapatero abrió la caja de los truenos con la sentada ante el paso de la bandera de los EE.UU. Tal desprecio se completó con su foto familiar y “tres bultos negros junto a Michelle Lavaughn (Robinson, de soltera) y Barack Obama”, al decir de la prensa americana del día siguiente.

Si bien Moncloa ha intentado magnificar el falso encuentro aludiendo a la gran cantidad de temas que abordaron (recuerden que fueron 29 segundos), la  Casa Blanca ha publicado nota donde se habla de “encuentro casual” por el pasillo, camino a la foto oficial de familia. A Iván Redondo se le ha caído el espantajo, el sombrajo y la venda. Otro fracaso más de nuestra diplomacia, muy apta para chistes y memes, pero nada eficaz para el día a día. Véase la labor de la ministra de Exteriores y sus reiterados fracasos.

Entre la población estaunidense no ha sentado nada bien la estratagema pergeñada por el Gabinete del presidente más corrupto de la Unión Europea, afín al comunismo bolivariano y socio del golpismo, el nacionalismo, el terrorismo y el independentismo. Revisando la prensa americana del día, lo que peor llevan los medios es la forma de abordar a Joe Biden, sin estar programado, como si fuera un vendedor ambulante de relojes y mantas. A ello hay que añadir el rechazo a las ‘políticas de metacrilato’ del ‘Doctor’ Sánchez.

Si hay algo que el pueblo americano no acepta es la falsedad, aunque la hipocresía se practica de puertas para adentro y con mucha frecuencia. De falsedad y mentiras, tanto Sánchez como su Gobierno saben mucho, incluso de analfabetismo funcional van sobrados, muy sobrados. Si en la reunión del G7, Biden se perdió en la cafetería, imagínense lo perdido que estaba cuando se le acerco el vendedor de mentiras, indultos y experto en consentir acercamiento de asesinos a las cárceles de su casa. Esto nos va a costar dinero. De momento, la espabilada de Kamala Harris ya ha sacado al Gobierno español 6,7M de euros y le ha pedido que deje en paz a Mohamed VI o se las verá Sánchez con ella.

No olviden que la llegada, ayer, de Ursula von der Layen a España no era sólo para dar el visto bueno a 17.000M en proyectos, también venía a advertir al «hermano tonto de Zapatero» que EE.UU. no va a consentir ataques a su política exterior y a la entente que mantiene con Marruecos. Lo más sorprendente, por la petición en sí y no por el hecho, ha sido la petición/exigencia para que Pedro Sánchez mantenga al margen a González Laya; máxime, cuando ha estado a punto de generar un conflicto de índole diplomático de envergadura. Pero Sánchez no conoce el ridículo; recuerden cuando, en un encuentro con líderes europeos, Trump dijo al ‘Doctor’ Sánchez: «¡Cómo está, señor, usted siéntese ahí y escuche con atención!». La mirada de Donald fue tal que Pedro no rechistó. Y es que, cuando lo que dices no es mejor que el silencio, es mejor estar callado.