Díaz Ayuso salvó más de 500.000 vidas mientras el ‘Coleta eclesiástico’ abandonaba a los ancianos a su suerte en las residencias de mayores y la izquierda impedía que llegaran medios sanitarios o boicoteaba el Hospital Enfermera Isabel Zendal, hoy ejemplo internacional de buen hacer y de saber afrontar la pandemia, como bien plasmaron todos los medios; incluso alguno más representativo llegó a calificar a la presidenta madrileña como «heroína madrileña».
Ese calificativo no lo supo asumir el feminismo madrileño de taburete y dornajo que, por querer sentirse mujer, sólo se sentía feminista y, las más violentas, simplemente feminazis. Este tipo de tropa no representa a la mujer, únicamente se representa a sí misma y suele ser lo más degenerado del sectario ultraizquierdismo de pedrada y borrachera.
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