«Poco tardaron en coger los vicios de la antigua política, poco tardaron en parecerse a todo aquello que decían detestar», dice García Isac.

El que por un tiempo fuera un carismático líder, con una verborrea fácil, aguda y afilada, pronto se convertiría en una caricatura de sí mismo, comportándose como el líder de una secta, rodeándose de hembras a las que dejaba despechadas o colocaba en puestos de responsabilidad, según las circunstancias.
Por Javier García Isac / EL CORREO DE ESPAÑA / Lo de la organización comunista PODEMOS, es un caso paradigmático que merecería un estudio en profundidad y algunas reflexiones que lejos del trazo grueso, despejen dudas de su más que incierto futuro. En pocas ocasiones, una organización política generó tantas ilusiones y expectativas, como la dirigida con mano férrea por Pablo Iglesias y su actual pareja, en tan poco espacio de tiempo.
La caída está siendo directamente proporcional a su auge, así como el rechazo y el asco que producen. En honor a la verdad, a mí nunca me engañaron, siempre tuve muy claro los que estaban detrás del 15 M. Charlatanes, vendedores de humo con soflamas simplistas, mucho cuentista, algunos bien intencionados, unos pocos incautos y una gran masa de gente deseosa de creerse obviedades y simplezas sobre un mundo mejor, todo ello entre mezclado con oportunistas que vieron en ese movimiento su posibilidad de medrar en política, después de sus continuos fracasos en la izquierda convencional. Sigue leyendo
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