Nuevos ceses en la Junta sin motivación ni agradecimiento de los servicios prestados

«El Bocyl publica tres órdenes de la consejería de Familia por las que su titular, Isabel Blanco, cesa a los jefes del departamento territorial en León, Burgos y Soria. Blanco ha preferido no meterse en berenjenales y sus resoluciones no pueden ser más escuetas».

El festival de ceses y nombramientos de cargos de libre designación en el gobierno Mañueco no parece tener fin. Raro es el día en el que el Bocyl no recoge órdenes o resoluciones nombrando nuevos titulares o removiendo de sus puestos -a petición propia o por destitución pura y dura- a funcionarios de la Junta.

De toda la vida ha ocurrido que muchos de los ceses oficialmente formalizados “a petición propia” en realidad son destituciones disfrazadas. Pero últimamente vienen siendo frecuentes los casos de funcionarios que no tragan con esa pantomima y fuerzan a la autoridad competente (las más de las veces bastante incompetente) a que asuma como destitución lo que es una destitución.

Recientemente nos hemos referidos aquí al rosario de ceses de puestos de libre designación en la consejería de Empleo, donde su titular, la amiga Ana Carlota, la “dama de las orquideas” no ha dejado títere con cabeza desde que accedió al cargo. Dichos ceses se han justificado invocando el supuesto “interés público” consistente en que “para sus superiores se ha producido la pérdida de confianza en sus actuaciones”. Con un par.

Hoy mismo el Bocyl publica tres órdenes de la consejería de Familia por las que su titular, Isabel Blanco, cesa a los jefes del departamento territorial en León, Burgos y Soria. Blanco ha preferido no meterse en berenjenales y sus resoluciones no pueden ser más escuetas. No solo no se argumenta motivo alguno para justificar dichos ceses, sino que ni siquiera consta el nombre de los cesados, a los que tampoco se les agradece los servicios prestados.

La misma edición del Bocyl recoge la cuadragésima primera (41ª) designación realizada con cargo a la nómina de personal eventual de la Junta (“asesores” contratados a dedo al servicio del presidente, del vicepresidente o de los consejeros). El nombramiento, realizado por la consejería de Presidencia, ha recaído en el periodista salmantino Carlos Rincón, bien conocido de su paisano el presidente Mañueco, ya que hasta ahora prestaba sus servicios en “La Gaceta Regional”.

Aunque el nombramiento no concreta destino, todo indica que el fichaje reforzará la asesoría de comunicación de la presidencia, en la que Mañueco ya contaba con Susana Hernández, antigua responsable del gabinete de prensa del ayuntamiento salmantino, al parecer un tanto superada por la ominipresencia mediática del presidente.

Si “El topillo” no calcula mal, Rincón es el vigésimoquinto (25º) profesional de la comunicación (junto a periodistas titulados, no faltan otros sin titulación especifica alguna) fichados por el gobierno Mañueco con cargo a la nómina de personal eventual. Y podría no ser el último, ya que todavía están vacantes tres de los 44 puestos que integran tan abultada nómina.