Según la denuncia, la política de Podemos también le pedía que adelantase el comienzo de su jornada laboral para «calentar el habitáculo del coche»

Irene Montero, fraudulenta política que humillaba a su escolta y la hacía pasar por criada, recadera y subdita.
Por Xavier Carrió/ Una exescolta contratada por Podemos presentó una demanda en un juzgado de lo social de Madrid contra Irene Montero a la que acusa de obligarla a realizar trabajos domésticos que nada tenían que ver con el objeto de su contrato. Según publica OK diario, la trabajadora denuncia que la líder de la formación morada la obligó «de manera recurrente», y fuera de su horario, a hacer de recadera para ella y sus hijos, llevar y traer a amigos y familiares hasta su casa de Galapagar o encargarse del mantenimiento de la vivienda y la mecánica de los vehículos particulares de la pareja.
Otras tareas que supuestamente le encomendaba, según recoge la denuncia, era hacer de «chófer de familiares invitados al domicilio o de transporte de envíos de familiares». También hizo la compra en un supermercado y otras, también de carácter personal, en una parafarmacia. Según la denuncia, Montero le pedía que adelantase el comienzo de su jornada laboral para «calentar el habitáculo del coche» que la portavoz parlamentaria de Podemos utilizaba, a diario, en sus desplazamientos.
Funciones excesivas
Los hechos se remontan al 25 de febrero de 2016, fecha en la que Podemos contrató a la demandante como “escolta personal en exclusiva” de Pablo Iglesias “tanto de la agenda oficial como de la personal”. Tras un año y medio de “viajes, pernoctas” y todo “tipo de desplazamientos” con el líder de la formación morada, la empleada pasó al servicio de Irene Montero, el 26 de septiembre de 2017.
Es entonces cuando “las órdenes, directrices y trato dispensado por ésta a la trabajadora” comenzaron a “exceder con mucho de las normales” recibidas hasta la fecha.
Los encargos de Montero, lejos de respetar “los derechos básicos y condiciones” mínimas que “deben regir una relación laboral”, se producían “no sólo” por encima “de la jornada legal, horario y turno asignados” a la misma en su contrato sino a horas intempestivas.
La exempleada, que presentó una demanda por despido nulo exige su readmisión porque considera que prescindieron de ella tras quejarse por el trato «discriminatorio».
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