«Han excitado las pasiones y emociones de muchos catalanes, arrastrándoles a la calle, intimidando a quien no estuviere en su bando y banda, manipulando la realida…», dice Pedro Arce en CANTABRIA LIBERAL.

Imagen de Felipe VI y de Mariano Rajoy despachando asuntos de Estado.
Pedro Arce Diez – En nuestro país no nos gusta llamar a las cosas por su nombre; lo de Cataluña es un “Golpe de Estado”, bastante más peligroso que el de Tejero, Milán del Bosch y Armada. Y lo ha dicho con clarividencia Alfonso Guerra hace ya tiempo, con una sociedad catalana fracturada que no será fácil restañar.
¿Alguien con su sano juicio se pudo imaginar que el Estado hubiera negociado con Tejero, salvo para que depusiera las armas? Pues en Cataluña, ya no es posible negociar ni mediar con Puigdemont, salvo para saber cómo van a deponer su sinsentido, pues lleva un tiempo al margen de la Ley y pisoteando la Constitución que juró defender. Puigdemont y un amplio grupo de dirigentes son unos (presuntos) delincuentes que tendrán que dar cuenta a fiscales y jueces y arrostrar las penas que estos les impongan. ¡Jamás el Estado puede negociar con delincuentes con rehenes!
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