Se sigue recortando a la ciudadanía mientras se mantienen en funcionamiento auténticas barbaridades como el Procurador del Común, el Consejo Escolar de Castilla y León, casi doscientos coches oficiales y decenas de inservibles asesores, decenas de conductores mano sobre mano, además de concederse ayudas a peregrinas propuestas de dudoso ‘pelaje’. Después de tanto años en el poder acabarán dando ayudas para conocer ‘su cachalote’, como el Gobierno socialista de Zapatero otorgó ayudas para hacer el mapa del clítoris o financiar a los gays y lesbianas de Mozambique.
Una vez más, el problema es la autonomía de Castilla y León con todos los males que ello acarrea, el elevado déficit y la mala planificación.
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