Un trabajador honrado y eficiente tiene dos problemas en su profesión cuando su jefe es torpe pero trabajador y, a la vez, presuntamente dinámico y se cree innovador. Algo así pasa en la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León con el ‘señorito’ Mateos; el jefe es torpe pero se cree dinámico e innovador. ¡Nunca tan pocos hicieron tanto daño!
Esa torpeza le ha llevado a decir que «replantear ahora el Estado de las autonomías es añadir un problema a los muchos que tenemos». Sigo pensando que hay aportaciones inútiles y mediocres que, sin saberlo, son representantes de la ineficacia, de la ineficiencia y de la inefectividad, aunque intenten siempre dar imagen de todo lo contrario. ¡Manda huevos! ¿Y tenemos que seguir manteniendo a tanto arribista engreído!
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