Por Ignacio F. Candela.- A medida que vayamos conociendo la verdadera vinculación del PSOE con ETA, comprenderemos el porqué de dos legislaturas radicales cuyo leitmotiv ha sido una disolución de los órdenes mediante la politización de la Justicia. No sólo por afinidad ideológica se ha concertado un pacto inconfeso entre los terroristas y el peor gobierno que ha tenido España en su democracia, existen otros intereses conjuntos que movilizaron un escenario donde los personajes pudieran moverse a voluntad sin irrupciones de jueces o barreras constitucionales. La alta traición se ha mascado durante estos años, queda poco para que se les atragante a los culpables de tanto secretismo que han posibilitado la presencia de un enemigo terrorista en la bancada de las decisiones donde está en juego el futuro de millones de ciudadanos.
Zapatero es un criminal camuflado bajo la apariencia de un gobierno democrático; cuestión, lo democrático, que desmentirá la incesante llegada de noticias que en tropel arrancarán la máscara de la mentira que ha cubierto la verdadera faz delicuescente de quienes, además, han arruinado un país antes próspero dirigiéndolo hacia una deriva destructiva que sólo pudo detenerse en su aceleramiento por el resultado de las elecciones del 20-N.
Rubalcaba es a todas luces uno de los responsables directos de los logros conseguidos mediante la desvirtuación del papel de la Justicia, a través de las directrices de de la Vega sobre el comisariado político del Constitucional. Ese mismo comisariado puede ejercer la traición, una vez más, dando grupo parlamentario a Amaiur, del mismo modo que facilitó el reencuentro de ETA en las instituciones democráticas. La traición lleva sus inercias hasta que no sean borrados los elementos que la propician.
La Moncloa ha sido un garito de secretismos donde hasta la seguridad apagaba cámaras con el fin de ocultar reuniones propias de mafiosos que de gobernantes de una nación. Las sospechas sobre los movimientos ocultos son piezas del puzzle que, una tras otra, conforman un gran plano que alcanza las conversaciones de Zapatero con ETA antes de las elecciones del 2004, estando por medio la principal pieza de encaje que es el 11-M.
Sólo la criminalidad podía impulsar el desajuste constitucional con jueces comprados y de clara afiliación a los designios zapateristas. Un crimen que se va destapando para dar razón a quienes dicen que no hay código penal que castigue los delitos de estos criminales sin Ley por la impunidad prevaricadora de no pocos jueces que han sido comprados políticamente para ir en contra de los intereses de un país ilegítimamente representado.
El 11-M planea sobre Zapatero, Rubalcaba, De la Vega, Blanco etc. y ETA sigue haciendo cuentas a sabiendas de que lo prometido es deuda, aunque el socio principal de los misteriosos acuerdos siga negociando con aquellos infiltrados del socialismo que todavía tienen influencia en las decisiones judiciales.
Los largos tentáculos de la corrupción institucional acaban en garras muy afiladas pero quizá sea más incisiva la verdad que va emergiendo cuanto más se hunden en los lodazales del descrédito quienes nunca debieron acceder al poder en el 2004, previo pago de 192 víctimas y miles de perjudicados visceralmente; un poder que el tiempo demostrará que fue ejercido por una canalla inclasificable.
Durante el tiempo de los GAL, la X del terrorismo de estado contra ETA fue Felipe González. La X del terrorismo contra el estado de estas dos legislaturas es Zapatero. El mal hay que extirparlo de raíz.
Sigo diciendo que el futuro de muchos de estos facinerosos será carcelario o no será.
Si solo hubiera sido un pacto del psoe ahora estariamos viendo la luz y saltando de alegria, en vez de eso vemos a Gallardon
Lo que ha hecho ZP esta consensuado con Rajoy, es un pacto de estado amparado por la corona y su desarrollo se va a ver en breve
Nos han metido un hermoso gol
http://lapoliticadegeppetto.blogspot.com/
Me gustaMe gusta